Se ofrece un estudio sobre la novela corta española desde mediados del siglo XX hasta las dos primeras décadas del siglo XXI. Desde las perspectivas histórica y teórica se enfrenta a los vericuetos de ese género narrativo: tras delimitar el estado de la cuestión, se examina su lugar en las historias de la literatura, sus problemas terminológicos, sus salidas editoriales y sus características propias (como el tratamiento narrativo y descriptivo, tiempos y espacios, temas y personajes, juegos experimentales e intergenéricos). Ilustrada con numerosos ejemplos de escritores contemporáneos, la panorámica se complementa con un primer plano sobre tres autores diferentes en el periodo abarcado: Francisco Ayala, Enrique Vila-Matas y Andrés Barba.
Se buscará la aguja en el pajar: la novela corta española contemporánea en los recovecos de las historias de la literatura española, tras los espejismos terminológicos del idioma, a través de los pasadizos de la edición literaria y los premios, dentro de los cajones teórico críticos, y todo ello ante la osadía de los textos de los escritores. Se busca esa narración «en tierra de nadie», como la denomina el escritor mexicano Jorge Volpi en Días de ira (2011), compilación de tres novelas cortas introducida por un valioso «Elogio de la media distancia»: la que existe entre las cincuenta y las ochenta páginas, la que se leería en un día completo, la que no es la de las novelas de los pacientes «maratonistas» como Cervantes o Mann ni la de los cuentos o relatos de los ágiles «velocistas» como Chéjov o Cortázar, aunque la mayoría de ellos la haya recorrido alguna vez y aunque se cierna sobre ella un sempiterno problema de tipo onomástico que obliga a definirla por sus defectos o a dejarla huérfana o expropiada (¿nouvelle, noveleta, novelita
?). Se ha de advertir la carencia tanto de estudios teóricos como de investigaciones particulares que se centren en aspectos textuales o en escritores de novela corta desde 1950. Tal ausencia se convierte en un acicate para el estudio, al mismo tiempo que revela un complejo síntoma: desvanecido el espejismo de la supuesta ausencia de novelas cortas escritas en España durante los últimos años, se delataría cierto desinterés o descuido en el campo investigador actual, situación que seguramente continuaría disimulando el complejo de inferioridad y de imprecisión que parece dar por asumido todo estudio sobre novela corta.